viernes, 19 de enero de 2007

Brevedad

Una vez fue una tarde, y esa tarde vos caminabas por la playa, atardecía, Tulio caminaba con vos y tenía agarrada tu mano. Era verano, vos lo mirabas con ojos verdes y mojados, no por haber llorado sino por una misteriosa proximidad al mar. Tulio pensó (creo yo) es como si me mirara el mar, un poco por lo verde, por salado, lo vasto. Fue ahí cuando Tulio se enamoró de vos, y en ese segundo decidió dejarte, viajar por el mundo y llevarse con él (para siempre) la más bella -y fragil- representación tuya. Él te ama desde su memoria, y yo sé que vos hacés lo mismo, aunque todavía caminen por esa extensa playa (¿Brasil, Uruguay, Perú, Chile?), y aunque todavía, si hacen un esfuerzo, se ven sus huellas marcadas en la arena. Esa tarde es ahora, aunque a veces hoy y ayer es casi lo mismo y no vale la pena buscar las diferencias.
Entonces, buen viaje, a ambos.
A.G.

4 comentarios:

Guillermo dijo...

Estimado A.G., su prosa es bellísima. Pude recrear en mi mente ciertas imágenes que nunca sucedieron -o si-, pero que Ud. deslizó con precisa solemnidad; a tal punto que dudé sobre el límite de realidad en su relato.

Ela dijo...

Que rara casualidad. Como casi todas las casualidades.
Yo novié dos años con un señor que se llamaba Tulio y no hay muchos Tulios y ahora hay aca una historia con un Tulio. Pero no tengo ojos verdes, eso no es una casualidad, supongo que son los genes (aunque mis padres no tienen ojos celestes, así que no se)

Pero ahora me doy cuenta que yo quería hablar de coincidencias, no de casualidad, será que estaba pensando en la casualidad de haber llegado a este blog... o es que la soda caliente me marea.

Quería decir, que rara coincidencia porque yo salí con un Tulio, como el señor de la prosa. (Y no tengo ojos verdes pero quiero pensar en una coincidencia igual).

No coincide con mi historia su historia (pero como le dije quiero pensar en coincidencias), porque en mi historia la de la huida fuí yo y no precisamente a otro país. Tulio me tuvo mucho odio y rencor despues de eso, pero supongo que ahora me recuerda con cariño o algo así. Quizás por eso de que ayer y hoy es lo mismo, porque hay en nosotros algún lugar atemporal.

Álvarez Gómez dijo...

Ela: me impresiona lo que cuenta sobre Tulio. No sé quién es usted, pero es fascinante imaginarle una vida y una cadena causal hasta el momento en que se cruzó con una humilde viñeta donde mencioné un Tulio. Profundizaré sobre Tulio.

Saludos

AG

Ela dijo...

Claro, como iba a saber quién soy.
Me gustaría leer más sobre Tulio.
Feliz cumpleaños (seguramente tarde)
No le pregunto cuantos.