viernes, 8 de junio de 2007

Crédito Afectivo.

Atilio elaboró una interesante teoría acerca de las expectativas afectivas. El postulado principal sostiene que un hombre puede (con razón) ofrecerle a una mujer -que no lo ama- que le adelante su amor (aunque resulte un poco forzoso), ya que el hombre le asegura que la mujer, finalmente, lo amará.
Atilio propone así una transacción que elimina la histeria. Su argumento es bueno: la histeria –por ende el amor- no es más que una asimetría afectiva. Para anularla, Atilio propone el crédito afectivo para adelantar inútiles y sufridos estadíos de desamor. En pocas palabras, Atilio decía: "No a la sinusoidalidad del amor; no a la desalegría matutina."

El Rayo Verde. (1972)

Sobrevolábamos la Tierra y en el horizonte, como un espejismo, el Rayo Verde. Esta es la historia de cuando Paula y yo, una tarde de junio, un junio de junio, vimos El Rayo Verde por la ventana de un avión. Recuerdo que fue hace mucho tiempo o un año, hace un mes o anoche cuando intentamos no olvidar las ondulaciones de la arena en la playa, arena oscura en una noche fría y junial. La narración no puede ir en una sola dirección, no puede sino manifestarse como un azar, simple y natural como un juego entre variables que una tarde y una noche y una mañana. Acepto el desafío de la alusión. Sin embargo no puedo dejar de creer que la evocación es el mismo procedimiento hacia atrás (recordar) que hacia delante (proyectar), ya que ambos procedimientos son esencialmente imaginarios.

Suponiendo que El Rayo Verde es (fue, será) algo así como un secreto o susurro (entre vos y yo), en la historia debería haber algún comentario o nota al pie que afirme que Paula y yo, a principio de junio (aquel junio, indistinguible de todos los que vendrán), vimos (hemos visto, veremos) un Rayo Verde desde las alturas y sobre el ala izquierda de un avión. El comandante anunció dificultades para aterrizar en Buenos Aires. El comandante mencionó Mar del Plata.

Los elementos: un colectivo de línea, un aeropuerto nocturno, puré de manzana, vino blanco, frío viento marino. Paula y sus huellas en la arena (huellas solo de ayer). La butaca del avión, tu cercana fragancia, el contraluz la mañana siguiente (soberbio, contra el cielo y la ventana del avión), un urgido paréntesis, un diálogo sereno, epílogo de viaje con Paula, proximidad de Buenos Aires, Paula de anoche, tu saco o frazada.