jueves, 29 de noviembre de 2007

Libro de Visitas.

A continuación transcribo la carta escrita por el Director del Museo del Ferrocarril, de la ciudad de Puerto Deseado (Santa Cruz), que Álvarez Gómez visitó durante su larga estadía patagónica. Finalmente, se encontrarán las páginas donde figuran frases de visitantes del Museo, e intervenciones y comentarios de Álvarez Gómez.

Carta del Director del Museo del Ferrocarril.

Nuestro Libro de Visitas es principalmente nuestra manera de conocer el parecer del público que nos visita. Si bien en su mayoría son augurios y felicitaciones, no llamó la atención la reiterada firma de un extraño señor cuya aparente diversión es criticar los comentarios del resto de los visitantes.

Un Libro de Visitas es un documento de gran importancia para nosotros. Nuestro Museo presta gran atención a la opinión de su público. Que usted insista en corregir la forma de escribir (que usted llama prosa) de nuestros visitantes, nos parece un acto de soberbia.

A través de esta carta le ruego no vuelva a visitar nuestro museo.

Atte.,

Guido Otey
Director del Museo del Ferrocarril
Puerto Deseado





Resumen de los Mensajes del Público – año 1971.

26/10/71
“Muchas gracias por todo. El museo es muy lindo. A mi marido y a mí nos encantó la estación. Nos pareció muy romántica. Ojalá todas las estaciones fueran así, incluso la de Constitución. Es tan lindo viajar en tren. Un saludo enorme (enorme) para Don Arias, que nos trató de mil maravillas.”

Saludos,
Mabel y Roque de Buenos Aires

26/10/71

Coincido con usted, Mabel, pero lamento mucho que su ilusión sea tan vana. Constitución jamás será una Estación romántica, o por lo menos no como usted concibe el romanticismo. Se equivoca también cuando dice que viajar en tren es lindo. Lo que es lindo es conocer muchachas en los trenes, cuando ellas van distraídas mirando por la ventana. En sí, los trenes son ruidosas estructuras que cabalgan rieles. No se confunda, por favor. Es cierto que Don Arias es encantador.

Saludos,
A. Gómez.

27/10/71

Como representante de la autoridad de las Fuerzas Armadas de la Nación tengo el agrado de dirigirme a Ustedes para acercarles mi más sincera felicitación por el gran trabajo realizado en la Estación del Ferrocarril de Puerto Deseado. He recorrido casi todo nuestro inmenso país, y puedo decir con orgullo que esta ciudad y su tren merecen ser visitadas por el turismo local e internacional. Han hecho una memorable tarea de conservación de los elementos del tren y de la infraestructura. Los felicito y les dejo un gran abrazo.

Capitán Justo Ramón Vargas
Fuerzas Armadas de la Nación.

27/10/71

Qué pompa inútil, estimado Capitán. Pensé que en la Escuela de la Armada le enseñaban a escribir. De todas formas, su falencia expresiva se debe a que no debe conocer ninguna de las artes, o si las conoce, lo hará desde esa inmensa lejanía que parece separarlo del mundo. No se preocupe, qué le va a hacer. Por lo menos le gustó la Estación. ¿Vio qué lindo el libro de estadísticas? A las vitrinas les falta luz, aunque no desmerezco la estética de las penumbras.

Atte.
A. Gómez


28/10/71

Muy lindo todo,
Tomy. (Caleta Olivia)

28/10/71

Sorprendente poder de síntesis, estimado Tomás. Vas por la senda correcta. Las palabras nos alejan de lo que inútilmente intentan evocar.

Abrazo.

A. Gómez.

29/10/71

Me acostaría con la guía. La Estación estaba bien.

Reynaldo.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Acerca de las Pausas.

Los mejores textos son fruto de la decepción. No sé por qué, pero es así, o así lo he vivido yo en estos años de escritura. Fruto de alguna decepción, de alguna tristeza poética. Si estoy en lo cierto, entonces no quiero escribir los mejores textos. Prefiero cierta distancia de la narración, y una vida por momentos deslumbrante en su realidad, y no en representación escrita.

martes, 13 de noviembre de 2007

Productividad de las Pausas

Este comentario no es producto del azar, sino de justamente de una breve pausa. No voy a explayarme sobre el efecto que tienen en mi escritura. Saber cuándo frenar es un buen signo. La prosa necesita su descanso. Encender la maquinaria y hacerla funcionar provoca cansancio. Noviembre, nísperos y jacarandaes.

Mi pregunta es la siguiente: ¿adónde irán esos árboles y sus pétalos cuando los olvide?