Este comentario no es producto del azar, sino de justamente de una breve pausa. No voy a explayarme sobre el efecto que tienen en mi escritura. Saber cuándo frenar es un buen signo. La prosa necesita su descanso. Encender la maquinaria y hacerla funcionar provoca cansancio. Noviembre, nísperos y jacarandaes.
Mi pregunta es la siguiente: ¿adónde irán esos árboles y sus pétalos cuando los olvide?
martes, 13 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
13 comentarios:
HACES UNA PAUSA PA?
ME PARECE BIEN, CUANDO TE EXTRAÑE, TE VOY A BUSCAR EN VIEJOS TEXTOS.
Y UN DIA NOS VEMOS, TOMAMOS ALGO Y SALIMOS DE LOCAS.
me anotan en esa?
Sin usted no se haría, Goma.
ah yo pensé q ya te habías tomado la pausa y el té...
yo pongo los nisperos... y por favor, los arboles van a estar donde estuvieron siempre.. en el patio del vecino..
yo lo extrañe
yo lo extrañe
A todo esto, nadie piensa en el perro.
Yo extrañé a semejante tribuna, como para no.
pero...
está bien
Una pausa, claro. Es que a veces se me olvida que Alvarez está hecho de huesos y tendones, que puede cansarse, que se cansa. Porque hacer cada día algo genial crea la falsa sensación de que es fácil, de que no cuesta. Es como ver enganchar a Messi, tan simple, bello e irreproducible.
Haga la pausa que necesite, yo mientras salgo a la vereda y me prendo un pucho.
Un saludo grande,
Emiliano.
Publicar un comentario