jueves, 3 de abril de 2008

Cómo recobrarse de la desmoralización.

Este texto tiene como objetivo arrojar alguna luz sobre cómo recobrarse de la desmoralización. Para no cerrar posibilidades (Atilio nunca lo permitió), no voy a definir "desmoralización", sino permitirle manifestar su ambigüedad. Aclaro que soy Álvarez Gómez.

Leí en algún lado que el mejor decálogo no tiene necesariamente diez preceptos, sino menos (pero contundentes). Enumeraré alternativas de cómo comenzar la recuperación, muchas de ellas inspiradas en comentarios (textuales o interpretados) de Atilio.

1. Dejar de escribir y retomar alguna lectura.
2. Comprar y tomar vino en completa soledad.
3. Recordar, en el reducido espacio de un baño de restaurante (profundo olor a pis, escasez de jabón, ni hablar de toallas, olor a fritura, ruido a restaurante) un gran par de tetas y sus respectivos vértices puntiagudos).
4. Caminar con frío con la esperanza de llegar a un lugar mejor.
5. Visitar a un amigo.
6. Dormir la siesta de once a una de la tarde.
7. Comprar una entrada de cine y quedarse afuera, en el bar, leyendo un libro mientras se proyecta la película.
8. Hacer el amor con amor.

Que se compelte la lista.