miércoles, 19 de septiembre de 2007

Hilaridad de las Medusas.

Fuertemente influenciadas por la moda, en cierta época las Medusas fueron convencidas de que, hilarantes, eran más bellas. Si una mujer hilarante ya genera tumulto, ni se imagina lo que sucede con una Medusa. Ni hablar de un grupo de Medusas.

Vestidas con sus polleras cortas y zapatos de taco, luciendo largas piernas envueltas en medias, en cierta época las Medusas decidieron volverse hilarantes. Los Medusos, atontados, enloquecieron. Comenzaron a perseguirlas, incluso más ávidamente que de costumbre. Muchas de ellas se dejaban atrapar, porque entre tanto remolino ellas también se entusiasmaban. No debemos olvidar que aunque fueran Medusas, también tienen hormonas. Las que no se dejaban hacer el amor se hacían corretear por Medusos incrédulos, que las seguían sin importar el cansancio entre las olas y otros avatares marinos. Los que optaban por la súplica humillante se desanimaban y flotaban sin ímpetu, como Medusos muertos.