jueves, 29 de marzo de 2007

Conversación con señorita (1962)

Hace muchos años ocurrió en Buenos Aires la siguiente conversación. Yo era un joven que recién descubría la literatura y el rock; la señorita, una muchacha de vestidos extraños y hábitos heterodoxos.

Una tarde en un café

Álvarez Gómez: ¿Y si dormimos juntos?
Señorita: No.

Dos días después, en el Tigre.

AG: Estuve pensando, ¿por qué no se acuesta conmigo esta noche?
S: No. Ni loca.

Al día siguiente, en Corrientes y Suipacha.

AG: Paula…
P: No.

Ese sábado, a las 7 de la tarde.

AG: Paula, quería invitarla a cenar.
P: ¿Cuándo?
AG: Esta noche.
P: No puedo.

Ese sábado, en el restaurante.

AG: ¿Por qué no vamos a un lugar más tranquilo, Paula?
P: ¿Le parece? ¿Para qué?
AG: Para poder hablar más cómodos.
P: ¿Está incómodo acaso?
AG: No, no.
P: Yo estoy bien acá.

Más tarde, en un rincón oscuro de un bar.

AG: ¿Qué quiere tomar, Paula?
P: Nada.
AG: Vamos, acompáñeme con una copa de algo.
P: No tomo alcohol.

Una hora después, en el mismo bar. Dos botellas de vino tinto sobre la mesa.

AG: ¿Pedimos otra?
P: Le dije que no tomo.
AG: Pero el vino le queda tan bien.
P: ¿Si? Bueno, pida otra.

Tres de la mañana, en la puerta del bar.

AG: ¿La acopaño a su casa?
P: No.

Tres y veinte, en la puerta de la casa de Paula.

AG: Estaba pensando que quizá…
P: Hasta mañana, Gómez. Gracias por acompañarme.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

no hay rosas sin espinas, alvarez

Ela dijo...

Jodida la nena.
Eso les gusta, no?

Ela dijo...

Me haría bien una palabra suya esta madrugada de pájaros espantados, Don Alvarez.

Álvarez Gómez dijo...

No, no hay rosas sin espinas maga.

Ela, recuerdo que me gstaba esa mujer, no necesariamente sus idas y vueltas.

Noches de pájaros espantados, qué bien!

Qué le pasa, cuéntemé. Doble tilde.

Ela dijo...

Gracias Don Alvarez. Puede algo virtual causar una sensación de paz y tranquilidad. En efecto.
Se lo contaría esta tarde lluviosa, imaginese, tomando un cafe con leche con medialunas por ahí, Don Alvarez.
Gracias

Ela dijo...

Quise decir, ya la voy a contar por aquí, cuando encuentre alguna buena metáfora, para que no quede yo como una impúdica, que revela sus espantos sin ton ni son por internet.
Le pongo son y me tomo una copita, buena para la humedad y la lluvia y le cuento.

Un beso grande

Zizek dijo...

muy bueno esto AG!
saludos
SZ

Anónimo dijo...

una noche de pajaros espantados?

me dolian las orejas y me cruce con ustedes

seguramente serian una bella pareja de carne, hueso, nervios y musculos

no hay rosas sin espinas maga. pero hay jazmines que tienen un olor muchisimo mas rico

perdon que sea tan metido, pero pasaba por aqui y un vaso de agua a nadie se le niguea, no?

Álvarez Gómez dijo...

espantapájaros, usted y ela tienen algún vóinculo amoroso o fue una casualidad la metáfora de ella y su nik?

Saludos...

Anónimo dijo...

Quizá somos hermanos. Tal vez es mi hija. ¿Eso sería un vínculo amoroso? Sí, creo que sí.

Pero, ¿no es con ella con quién tiene más confianza?

Puede preguntarselo directamente. Además, me gustaría ver su respuesta.

Y a usted, ¿le interesa tener un vínculo amoroso con Ela? Digo, ya que estamos en confianza: cuenteme.

Parece un tipo inteligente, ¿cree en las casualidades?