El término me pertenece. Es desalegre aquel que sospecha de su desalegría. No pida más explicaciones. Si usted amanece y dos o tres horas después se siente igual, parasitando la vida, seguramente sufra desalegría. Hábiles doctores recetan medicamentos; astutos psicólogos recomiendan purgarse del propio pasado. Yo recomiendo ir a La Americana, pedir un cortado doble y seis medialunas.
La desalegría no es curable. Tampoco es un mal.
Es una cagada.
2 comentarios:
Lo es.
Sobretodo este miercoles.
Sobre todo.
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