viernes, 11 de mayo de 2007

Acortamiento del Tiempo.

Una señora, esas que condensan toda la verdad universal de tanto haber ido al mercado a comprar calabazas, dijo algo sobre el tiempo digno de repetición. Estaba haciendo la cola para pagarle a un posible Pocho o Cholo, dueño y muy conversador verdulero. La señora, una posible Olga o Matilde, arguyó que últimamente se quedaba sin tiempo, que no le alcanzaba para nada. Que apenas se levantaba ya estaba haciendo cosas, o bien calentando agua para un posible Víctor o Raúl (su esposo de siempre), anotando en un cuaderno la lista de las compras, escuchando superficialmente las noticias en la voz de su periodista favorito, pensando en tiempos mejores. La señora concluyó que el tiempo se le escapaba de las manos, que en setenta y siete años, jamás le había pasado de tener tan poco tiempo y a la vez tantas cosas con qué ocuparlo. Pocho o Cholo la escuchaba con atención, en parte porque el argumento le resultaba interesante, en parte porque escuchar era también su trabajo. Yo, un posible Alvarez Gómez, estaba allí, eligiendo unas peras, cuando oí decir a la posible Olga o Matilde:

-Es que los minutos cada vez duran menos.


El verdulero, el posible Pocho o Cholo, sin saber por qué, asintió.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Los minutos duran menos.. o a veces son eternos, mi querido Álvarez Gómez.. hay veces q uno se siente encerrado, atrapado, y mira el reloj, lo vuelve a mirar, y parece estar parado.. Los viernes a la tarde, especialmente, pareciera que la tarde no termina, que el reloj se detuvo..

Mateo dijo...

(su esposo de siempre) me mató. Muy bueno y un poco condescendiente con la clase media.

Álvarez Gómez dijo...

María, qué bueno que comente por aquí. Hágase notar más, querida María.

Mateo, gracias por la visita. Los nombres son al azar, pero ya sabe qué pieso de eso.

Saludos,

AG

L ... dijo...

bueno AG... ya está. it's done. todavía no se lo comenté a nadie, ud. es el primero, pero bueno.. supongo que con el tiempo se me irá yendo la vergüenza... así que en mi cybercasita siempre será bienvenido.

chupate esta mandarina dijo...

El otro dia me hablaron de un lost & found en Villa Urquiza, y como yo todavía estoy buscando una noche que perdi hace un tiempo fui a la calle Bucarelli con la esperanza de encontrarla. Cuestión que me puse a revolver, había de todo, noches ajenas y tardes propias olvidadas. Pero no se imagina mi sorpresa cuando me tope con un sobre sin remitente que decía:

Sra. Olga o Matilde.
MINUTOS MAS LARGOS

No encontré mi noche de diciembre, pero me puso contenta saber que en algún momento la señora de la verdulería iba a tener mas tiempo.

Álvarez Gómez dijo...

Luciana, qué bueno verla por acá.

Lau, como le dije, visité su casa.