miércoles, 29 de agosto de 2007

Anotaciones sobre septiembre.

Agosto, mes de transición y abrigo, da lugar a un novedoso septiembre. Mejor asesorado que al anterior, septiembre se vincula mucho más con la primavera que octubre, cuando sólo hospeda una semana (la del veintiuno). Nostálgicos como yo elegimos los últimos días de agosto para hablar de septiembre, como las últimas horas de una larga siesta.

Creo en la buena salud de hablar de los meses del año como entidades particulares, hipótesis según la cuál enero es particular por su eneritud, febrero por su febreritud, marzo por su marcitud, y así sucesivamente.

En esta trabajosa clasificación se dan los más jugosos cruces. Uno de ellos es el ya mencionado marzo junial, que sucede cuando el mes de marzo, último del verano, muestra claros atributos de junio, mes de inviernos y aislada desolación. A través de ocultas leyes, sucede que el mes más veraniego –el que tiene más eneritud- no es enero sino septiembre, mes paradójico ya que contiene tres semanas de invierno (técnicamente hablando).

El que tiene tiempo y ama los avatares del calendario se dará cuenta de que está lleno de estas mezclas incestuosas, fruto del roce libidinoso de los días con los días.

7 comentarios:

chupate esta mandarina dijo...

Quiero a Septiembre por su eneritud... dulce Septiembre, que tiene las expectativas de Diciembre, las fantasías de Noviembre y algo de nostalgia otoñal.

Saludos, don Alvarez.

Sugus verde dijo...

Tiempo híbrido que se mezcla entre todos los flácidos días del año.
Estúpido septiembre, me trae alergia y no alegría, porque no estoy mas cerca de fin de año, sino más lejos de mi reveldía.
Calor, frío y lluvia. Todo el 21. Publicidad sobre sexo en todos lados. Y sólo eso. Publicidad.
Placas de crónica que advierten la cercanía de otra estación.
Gente sudada sin remera. Gente sudada con remera. Y lo peor: gente por todos lados.
Un mes que lleno de invierno intenta albergar un concepto tan grande: amor.
Hay... amor...

Yo me enamoré un 21 de septiembre. Un estúpido e insulso ventiuno de septiembre. Quizá sea por eso que me guste mucho ese mes.

CAPITAN BAKER dijo...

"EL ROCE LIBIDINOSO DE LOS DIAS CON LOS DIAS"

QUE DULCE COSQUILLEO ME PROVOCA LEERLO ALVAREZ.

volvidejapon dijo...

lo mejor de septiembre es la primaverización que nos explota en la cara cuando lo único que queremos es dejar de usar dos cubrecamas y sacar las bermudas del placard. Mes de disfrute es diciembre porque el natalicio más festejado y falso de la historia nos empuja al festejo, al santaclosismo que me hace rebalsar el alma, tanto como lo hace en esas fechas mi busarda inmoral que lastra en sudamérica una dieta desubicada, traída de Europa a tu mesa sin escalas.

Álvarez Gómez dijo...

Flavio, gracias por visitar. Comparto lo de diciembre.
Sugus, jodido lo que dice de la publicidad, tan cierto.

Anónimo dijo...

Tengo una teoria, cuanto más frio es el invierno mas se siente la diferencia con la primavera, haciendola mas veraniega. El recuerdo del verano anterior se intesifica y tambien se suma a esta ecuación (osea, a mayor disfrute del verano anterior, mayor espectativa ante la primavera). Y luego, luego de "SANTARROSA", esos dias de humedad que nos llegan hasta los "Güesos"... Hacemos `POP´ ... Primavera. Liberación de energia por doquier. Aprovechemos la reaccion en cadena.

emiliano. dijo...

marzo por su marcitud, sí, pero más por su junialidad.

emiliano.