Existe en esta ciudad una agencia de quitadores de lo bailado, y efectivamente, aunque parezca un poco mucho, ellos vienen, se sientan frente a usted, conversan un rato, y después de ese intercambio de palabras usted notará que –en efecto, le han quitado lo bailado. Es dramático, porque no hay cosa peor que a uno le quiten lo bailado, y la memoria pone mucho de sí para que lo bailado sea inolvidable o anecdótico. Entonces, ante el quite de lo bailado no tardan en llegar las caras largas, el aburrimiento, la sensación de que sí le pueden quitar lo bailado, o peor aún, de que se lo han quitado.
¿Y qué se puede hacer?
Y, no mucho.
lunes, 16 de marzo de 2009
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2 comentarios:
jaj
con los tiempos que corren... hacemos el banco de ADN de los quitadores de lo bailado, para qué podría servir? digo el banco de ADN, jajaja
me fui a la mierda.
saludos!
TN hace mucho eso. Forma quitadores de lo bailado en masas...
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