martes, 11 de septiembre de 2007

Exquisiteces Asadas y misceláneas de Belgrano.

Witold Gombrowicz dice que escribe literatura personal porque le resulta imposible hacer otra cosa.

Hace treinta años comí entraña con puré sobre una mesita de madera apoyada en la vereda de Ciudad de la Paz, a dos cuadras de Av. Federico Lacroze. Enunciarlo, aunque sea tiempo después, es una forma de quedarme con esos sabores y una conversación de mediodía. Estaba nublado, como suele suceder a principios de septiembre cuando el clima cambia y la humedad recuerda que es Buenos Aires.

El lugar lleva el nombre de “Exquisiteces Asadas”, y lo atiende una señora que con mucho orgullo cuenta a sus clientes lo buena que está la carne ese día. Cuando yo fui, su simpatía estaba mejor que la carne, y su genuina bondad me hizo olvidar que más allá de la fama cosechada en el barrio, la carne estaba un poco dura.

Volviendo a la primera línea, pienso lo siguiente: escribir para vivir un poco mejor, o al menos para demorar los procesos del olvido, ya es suficiente. Que en un papel se impriman acontecimientos que de otra forma habrían sido perdidos.

7 comentarios:

Unknown dijo...

la entraña es una carne bipolar.

loleta dijo...

entraña? paso
belgrano, me queda tan lejos
alvarez,como le va tanto tiempo?.
el texto...un gusto como siempre

Álvarez Gómez dijo...

Goma, genial, lo de la bipolaridad de la carne.

es un gusto verlos por acá.
Les agradezco en serio.

Anónimo dijo...

Álvarez, un placer leerlo. Original e impecable. Lo felicito.

Escribir sobre acontecimientos personales, sí. Escribir para no olvidar, también.
Me conmovió el texto anterior sobre cómo vemos y cómo valoramos las pequeñas cosas. Excelente.

Álvarez Gómez dijo...

Hola una, le agradezco el comentario. usted sabe que me parece muy buena el ambiguo incesto de su apodo, a la vez anónimo y particular.

Gracias por su tiempo de lectura.
Tengo pocos lectores y me gusta cuidarlos.

Goma y Lo, amigos de esta casa, saben que los trato con cariño.

Andy Fechi dijo...

La utilidad de las cosas es una constante en mi vida y aparece en varios textos de este blog.
¿Pensar porque escribir es lo mismo que pensar porque usar sombrero?
Ponerse un sombrero tambien es personal. Cuantas razones para escribir...

volvidejapon dijo...

Lo importante don Alvarez a veces no es la ingesta en si misma sino el disfrute del entorno, quién le dice, incluso un colectivo que pasa curioso cerca de la mesa hacen de un mediodía anodino, algo inolvidable.

La cabaña Stani parece que produce toda la carne que se come en la capital. Es una vergüenza que vendan bifes Bazooka al plato acompañado con puré mixto.